Los que convivimos, nos alimentamos de fantasìa,
no estamos creando algo,
somos portales a otros universos
que mezclàndose con tiempos pasados se renuevan y
se vuelven mìsticos o luminosos,
tan reales como la sobrevaluada humanidad tolere.
Suena soberbio o tarado, me doy cuenta y no me importa.
Por supuesto que dependo de la aprobaciòn del otro!
Mi inseguridad me encierra en sus contornos,
cualquiera que me conoce lo sabe.
Pero èsto retumba, choca contra ellos
y siempre me ha liberado como
ARTISTA.